Grité y las chicas entraron. Teresa echó un tereso semiliquido justo en sus ojos, lo solté y cayó de espalda. Echó una eyaculación sobre Teresita y la hizo atravesar una pared. Quiso echar otra sobre mi cara, pero Manola puso sus lolas como escudo y el semen rebotó hacia él. Me eché sobre Ramón cuando creí q ya estaba perdido y me dió una patada, pero no era una patáda sino un pijaso. Manola le dió un tetazo q lo dejó mareado pero él le barrió las piernas de un pijaso bajo y la volteó. La batalla tremenda llamó la atención de los demás en el telo. Cuando parecia q iba a matar a Manola aparecí y lo empujé con la cola, y Ramón voló por la ventana del segundo piso y calló en medio de la calle.
Ramón murió al instante. Su pijón dos horas después en el hospital.
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