jueves, 26 de marzo de 2009

Cap V: Ramón Chorizón

Al fin encontramos al sospechoso. Le decian Ramón Chorizón y estaba en un bar. Fuimos y una chica se lo estaba encarando. Los seguimos y esperamos a la puerta del hotel. Escuchamos un grito y entré, ordenando q esperaran mi señal: la chica se había gritado de susto y después desmayado de dolor al sentir su pijón en reposo más grande q el de muchos en erección. Le dije q yo la reemplazaba si queria... y aceptó.

Cuando quiso penetrarme, su pene quedó estrángoulado entre mis cachas superfuertes.

Grité y las chicas entraron. Teresa echó un tereso semiliquido justo en sus ojos, lo solté y cayó de espalda. Echó una eyaculación sobre Teresita y la hizo atravesar una pared. Quiso echar otra sobre mi cara, pero Manola puso sus lolas como escudo y el semen rebotó hacia él. Me eché sobre Ramón cuando creí q ya estaba perdido y me dió una patada, pero no era una patáda sino un pijaso. Manola le dió un tetazo q lo dejó mareado pero él le barrió las piernas de un pijaso bajo y la volteó. La batalla tremenda llamó la atención de los demás en el telo. Cuando parecia q iba a matar a Manola aparecí y lo empujé con la cola, y Ramón voló por la ventana del segundo piso y calló en medio de la calle.

Ramón murió al instante. Su pijón dos horas después en el hospital.

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